jueves, 20 de mayo de 2010

Lago Tanganica: máxima temperatura en 1.500 años

El lago Tanganica se está calentando y ha alcanzado ya una temperatura superficial (26 grados centígrados, medidos en 2003) sin precedentes en los últimos 1.500 años. El mayor calentamiento se ha registrado en el siglo XX. Los científicos que lo han investigado presentan sus conclusiones en la revista Nature Geoscience. Para conocer la historia del lago ellos han tomado muestras del fondo marino con las que han podido reconstruir la historia de la temperatura de las aguas superficiales en el último milenio y medio. "Estos resultados se añaden a los relativos a otros lagos africanos que muestran que los cambios en el clima regional tienen un impacto significativo en ellos y en las poblaciones del entorno", comenta Paul Filmer, responsable de la división de Ciencias de la Tierra de la estadounidense Fundación Nacional de la Ciencia (NSF), que ha financiado el proyecto.
El lago Tanganica mide casi 700 kilómetros de largo y unos 50 de ancho, como promedio. Su profundidad máxima es de 1.470 metros. Es uno de los más grandes del mundo -de agua dulce- y a sus orillas se asoman cuatro países: Congo, Burundi, Tanzania y Zambia. Unos 10 millones de personas viven en el entorno de lago y dependen de él tanto para el suministro de agua dulce como para su alimentación, ya que se capturan allí cada año unas 200.000 toneladas de peces. El aumento de temperatura del agua superficial del Tanganica ha afectado a su ecosistema, en gran medida condicionado por los nutrientes que emergen del agua profunda y determinan toda la cadena trófica que sustenta la pesca.
"Nuestros datos demuestran una relación consistente entre la temperatura de la superficie del lago y la productividad pesquera. A medida que el lago se va calentando, calculamos que bajará la productividad afectando a la industria pesquera del entorno", afirma Jessica Tierney (Universidad Brown) y líder del equipo científico.
La investigación se ha basado en dos muestreos del fondo del lago, uno en 2001 y otro en 2004. Las aguas del lago tienen dos niveles, uno profundo y otro superficial, hasta unos 100 metros, en el que viven casi todas las especies animales. El viento mezcla las aguas y así emergen nutrientes a la superficie, nutrientes de los que se alimentan las algas, y en ellas se basa toda la cadena alimenticia del lago. Pero, a medida que las aguas se calientan, la mezcla de aguas disminuye y suben menos nutrientes hacia la superficie.
El incremento de temperatura, explican los científicos, magnifica la diferencia entre los dos niveles del lago y hace falta más viento para batir las aguas y que emerjan los nutrientes. Los resultados de la investigación indican que durante 1.500 años, los intervalos de calentamiento y enfriamiento prolongados han estado relacionados con productividad de algas baja y alta, respectivamente, lo que supone una clara influencia del los cambios de temperatura y la productividad biológica en el Tanganica.
Los modelos de cambio climático, añade la NSF, muestran una tendencia general al calentamiento en la región que provocará un aumento de temperatura aún mayor de las aguas superficiales de este lago africano. Tierney y sus colegas reconocen que, como han ya indicado otros científicos, la sobreexplotación de la pesca puede haber motivado el declive de los recursos del Tanganica, pero añaden que el calentamiento del lago, con la consiguiente reducción de la mezcla de sus aguas y nutrientes, está exacerbando ese declive.

(Fuente: El Pais. Fotografías: Fotobucket y Blog 9-9 )

lunes, 17 de mayo de 2010

LAGARTOS Y LAGARTIJAS SE EXTINGUEN

EL CALENTAMIENTO GLOBAL ESTÁ ACABANDO CON ELLOS

¿Para qué sirven las lagartijas? Es algo que tendremos que empezar a preguntarnos, pues dentro de poco no las tendremos a mano. Como si fuera una señal de alarma de que algo no marcha bien en los ecosistemas, los científicos han descubierto que lagartos y lagartijas de todas las regiones del planeta están desapareciendo. Lo hacen incluso en zonas que no han sufrido alteraciones de ningún tipo y donde en teoría no tendría que haber motivos para que hubiera una desaparición tan drástica y rápida de esta fauna.

La revista 'Science' publica el resultado de una investigación llevada a cabo por 26 científicos de 12 países que han constatado la situación de emergencia que viven los reptiles. Puesto que no son capaces de regular por ellos mismos su temperatura corporal, como hacemos los mamíferos, dependen totalmente de la temperatura exterior para entrar en calor. De este modo, son extremadamente sensibles a las variaciones de teperatura. Y están notando ya los cambios que ha sufrido el clima del planeta.

"Muchas especies ya están al borde de la extinción. Sospechamos que muchos lagartos ya se han extinguido en los trópicos, pero ni siquiera sabemos cuántas especies han desaparecido ya", ha asegurado al servicio de noticias científicas SINC Barry Sinervo, autor principal del estudio, e investigador en la Universidad de California en Santa Cruz (EEUU) y del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, en sus siglas en francés) de Francia.

Según Ignacio De la Riva, otro de los autores e investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), "el estudio es un poco sombrío" porque para 2050 "no hay esperanza" para los lagartos. Los científicos pronostican que para 2050, el 6% de las especies de lagartos (y el 16% de las poblaciones) se habrá extinguido. Para 2080, "si no se revierte el calentamiento global", la tendencia no mejorará: el 20% de las especies (y el 30% de las poblaciones) se extinguirá.

Desapariciones en Europa

La investigación se ha presentado en rueda de prensa en Madrid por Barry Sinervo, Ignacio De la Riva y Jean Clobert, investigador del CNRS, en el marco del congreso Media For Science Forum organizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).

Los autores han explicado que todo partió de un estudio sobre una especie de lagartija de Europa, cuando se constató que ciertas poblaciones de lagartija de turbera ('Zootoca vivipara') de Francia se habían extinguido. Igualmente, miembros del equipo comprobaron la desaparición fulgurante de varias poblaciones de 48 especies de lagartijas mexicanas del género Sceloporus.

Estos hallazgos llevaron al grupo a desarrollar un modelo artificial de lagarto con microchips que medía la temperatura operativa en diferentes condiciones durante cuatro meses, tanto en localidades donde las poblaciones de estos reptiles habían sobrevivido como en aquellas donde habían desaparecido. Los resultados de la prueba fueron concluyentes: en los lugares donde se habían producido extinciones, los lagartos no habrían tenido tiempo de alimentarse ni de reproducirse adecuadamente, ya que las altas temperaturas les obligarían a permanecer la mayor parte del tiempo guarecidos en sus refugios.

Además, el estudio señala que algunas especies sí son capaces de adaptarse a los cambios de temperatura, pero lo que no pueden resistir es la presión que ejercen sobre ellas otros especies que huyen de sus zonas habituales. Enfrentadas a nuevos competidores, desaparecen.

(Fuente: El Mundo)