martes, 15 de abril de 2008

¿BIOCOMBUSTIBLES, BIODIVERSIDAD O DESARROLLO?

Estamos asistiendo en los últimos días a una polémica centrada en los biocombustibles. Por un lado la ONU dice que la producción de biocarburantes "es un crimen contra la humanidad", debido al aumento alarmante del precio de los alimentos y sobre todo de los cereales. Se basan para ello en la competencia de precios que se ha establecido entre los productos destinados a generar biocombustibles, y los que se usan en alimentación, teniendo en cuenta que los cereales son la base alimenticia en algunos paises, sobre todo los más pobres. Por otro lado también ha saltado la voz de alarma sobre la perdida de biodiversidad, sobre todo en los bosques y selvas de países pobres, donde se rotura el terreno eliminando la vegetación, para cultivar plantas que puedan producir los valiosos biocombustibles.

La conciencia "ecologista" de los paises desarrollados, respecto a terceros, siempre me ha llamado la atención. No es sostenible ambientalmente deforestar para cultivar, y que esos paises pobres puedan iniciar su desarrollo, con una agricultura sostenible a largo plazo. Esa misma estrategia de roturacion de las tierras en el siglo VIII español, fué factor clave en la expansión económica y social de nuestro país. De hecho todos los paises desarrollados han hecho lo mismo a lo largo de su historia.

Los paises en vias de desarrollo podrían plantear la posibilidad de obligar a reforestar parte de la superficie dedicada a la agricultura de nuestros paises, para crear masas forestales que con el tiempo albergaran una gran biodiversidad. Y esto sería tachado de locura por los paises desarrollados.

Pobreza o desarrollo, ecología o economía, son dos caras de la misma moneda. Y según quien la lance al aire será una alternativa viable o descabellada. Lo que está claro es que los intereses económicos del primer mundo, son un freno para el desarrollo de los paises pobres. Y eso si que es un crimen, pero no contra la humanidad en general, sino contra los más pobres, aquellos a los que llevamos frenando mucho tiempo en su deseo de crecer, en el sueño de alcanzar "una sociedad de bienestar".